El 26 de noviembre, gobiernos locales y regionales, expertos de la ONU y representantes de la sociedad civil se reunieron en una reunión sobre Gobierno Local y Derechos Humanos, convocado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), en colaboración con Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la Geneva Human Rights Platform, el Instituto Raoul Wallenberg de Derechos Humanos y Derecho Humanitario (RWI) y la Misión Permanente de la República de Corea en Ginebra. El encuentro analizó cómo las ciudades y territorios de todo el mundo están avanzando en la localización de los derechos humanos y destacó el Marco de Orientación para la creación de una ciudad de derechos humanos, co-desarrollado por la ACNUDH y CGLU.
Gobiernos locales y acción en derechos humanos
El Excmo. Sr. Seong Deok Yun, Embajador y Representante Permanente de la República de Corea ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, abrió la sesión subrayando el papel fundamental del Marco de Orientación para la creación de una ciudad de derechos humanos de ACNUDH–CGLU para fortalecer el papel de los gobiernos locales como actores clave en la localización de los derechos humanos. Subrayó la importancia de contar con políticas adaptadas al contexto local para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como la necesidad de involucrar plenamente a los gobiernos locales en su implementación.
La Secretaria General de CGLU, Emilia Saiz, afirmó que los gobiernos locales y regionales se encuentran en la primera línea de la realización de los derechos humanos, especialmente a través de la provisión de servicios públicos, pero subrayó la necesidad de un compromiso multilateral más estructurado: “Es importante situar los derechos humanos en el centro de nuestra agenda, pero también garantizar conexiones con otras agendas multilaterales. Poner los servicios públicos en el centro transformará nuestra capacidad de garantizar los derechos humanos”.
Peggy Hicks, Directora de la División de Temas y Procedimientos Especiales de la ACNUDH, subrayó la urgencia de fortalecer a las ciudades y territorios ante los crecientes desafíos globales, desde la hambruna hasta la desigualdad y el cambio climático. “Los gobiernos locales están más cerca de las poblaciones a las que sirven”, señaló, destacando su capacidad para innovar y responder eficazmente a las necesidades locales. Recordó que, en tiempos de retroceso, los derechos humanos deben mantenerse como una obligación compartida y no como un compromiso opcional.
Aprendizajes de Ciudades Líderes y Emergentes en Derechos Humanos
La Sesión 1 se centró en prácticas prometedoras y en las lecciones aprendidas en la adopción de un enfoque basado en derechos humanos en la gobernanza local y la prestación de servicios públicos, inspirándose en las experiencias de Ciudades de Derechos Humanos y el Marco de Orientación de ACNUDH–CGLU.
Shams Asadi, Comisionada de Derechos Humanos de Viena, compartió la trayectoria de más de una década de la ciudad como Ciudad de Derechos Humanos, resaltando el impulso creciente del movimiento global. Subrayó la importancia del compromiso político, respaldado por herramientas estructurales como personal dedicado, presupuestación basada en derechos humanos y la creación de una “cultura de derechos humanos” en los distritos. Destacó la necesidad de reforzar el vínculo entre democracia y derechos humanos: “Para unir derechos humanos y democracia, la solución es el enfoque basado en derechos, con participación y transparencia efectivas. En un momento en que el espacio cívico se está reduciendo, también disminuye la confianza en las instituciones”.
Pannarai Chingchitr, Subdirector General del Departamento de Estrategia y Evaluación, presentó la hoja de ruta de nueve prioridades de Bangkok y remarcó que una ciudad solo es verdaderamente habitable cuando sitúa los derechos humanos en su centro. El Gobierno Metropolitano de Bangkok ha declarado oficialmente su compromiso de convertirse en una Ciudad de Derechos Humanos, creando un comité específico y programas de formación para integrar este enfoque en sus operaciones municipales. Subrayó, sin embargo, que este es un proceso a largo plazo: “Estamos revisando nuestras operaciones para crear un plan adecuado. Necesitamos promover un cambio organizacional para construir una ciudad verdaderamente habitable para todas y todos”.
Katarzyna Ziemann presentó el modelo de igualdad de trato de Gdansk, centrado en servicios para grupos vulnerables a través de un centro de igualdad de trato y campañas sociales. Señaló cuatro compromisos fundamentales de la ciudad:
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Convertir la ciudad en un lugar donde todas las personas se comprometan con los estándares de derechos humanos;
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Reforzar la protección y realización de todos los derechos, económicos, civiles, políticos y sociales;
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Construir una Ciudad de Derechos Humanos con una nueva visión, más allá de la no discriminación;
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Garantizar que el concepto de Ciudad de Derechos Humanos sea una visión colectiva y co-creada, y no solo un título.
El Prof. Gyonggu Shin, Director Ejecutivo del Centro Internacional de Gwangju, destacó el papel pionero de la ciudad con la primera carta local de derechos humanos de Asia y la creación de estructuras como la defensoría del pueblo y un índice de derechos humanos para la autoevaluación.
Morten Kjaerum, profesor y exdirector del RWI, destacó la importancia de conectar la investigación académica con la experiencia de los gobiernos locales, como en el proyecto RIGHTSCITIES. Celebró la creación de una red informal de actores que apoyan la localización de los derechos humanos, liderada por CGLU: “Debemos identificar lo que ya existe y ver qué falta”.
En el espacio de intervenciones, Adrià Duarte, coordinador de la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos de CGLU, reiteró el compromiso de la organización con el movimiento de Ciudades de Derechos Humanos, incluyendo la campaña de los 16 Días de Activismo, la renovación de la Carta-Agenda Mundial de los Derechos Humanos en la Ciudad y la campaña global “10, 100, 1000 Ciudades y Territorios de Derechos Humanos para 2030”. Insistió además en avanzar hacia la fase de implementación del Marco de Orientación.
La Sesión 2 reunió a representantes de Nueva York, Ciudad de México, Valonia-Bruselas, y las Naciones Unidas —incluido Balakrishnan Rajagopal, Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la vivienda adecuada— que mostraron prácticas innovadoras para reforzar la participación local en los mecanismos de derechos humanos de la ONU.
Mirando hacia el Futuro
Hace apenas una década, este debate sobre Ciudades de Derechos Humanos en el ámbito de la ONU no habría sido posible. A medida que el movimiento gana impulso y las ciudades son cada vez más reconocidas como actores clave en la protección y promoción de los derechos humanos, los participantes destacaron que el camino por recorrer aún es largo. Fortalecer el movimiento —mediante la campaña global “10, 100, 1000 Ciudades y Territorios de Derechos Humanos para 2030”, la Carta-Agenda y la implementación del Marco de Orientación— es esencial para pasar de los compromisos a la acción.
Los participantes destacaron la necesidad de:
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Renovar el compromiso político ante los retrocesos;
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Establecer estándares mínimos y sistemas de acreditación para las Ciudades de Derechos Humanos;
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Garantizar la participación efectiva de los gobiernos locales en los mecanismos de la ONU;
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Reforzar la cultura de derechos humanos en el ámbito local;
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Integrar el enfoque basado en derechos en todas las políticas y servicios municipales;
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Impulsar la cooperación internacional y el intercambio de buenas prácticas.
La reunión concluyó con un compromiso compartido de avanzar en el movimiento global de Ciudades de Derechos Humanos, garantizando que las ciudades continúen a la vanguardia en la protección, promoción y localización de los derechos humanos.