Santiago de Chile

¿Por qué los gobiernos locales y regionales son esenciales para promover, cumplir y respetar los derechos humanos? 

Los gobiernos locales son esenciales para cumplir y respetar los derechos humanos ya que son el primer enlace que tienen las personas de un determinado territorio con autoridades que pueden conocer y comprender sus necesidades y demandas. En Santiago de Chile, el proyecto de Alcaldía Constituyente que llevó a la alcaldesa Irací Hassler a ganar las elecciones municipales, se fundó en la instalación de un uso igualitario de la ciudad, lo que implica un cambio en las dinámicas en las cuales las personas habitamos los espacios públicos y también privados, así como entender que en las comunidades locales se puede trabajar en reducir las brechas de género, de acceso a servicios, desarrollar estrategias para una convivencia armoniosa entre todas las personas, la cogestión de las políticas y garantizar una educación de calidad con un enfoque no sexista ni discriminatorio. 

De esta forma, los gobiernos locales y regionales pueden lograr la formación de tejido comunitario que permita reforzar la resiliencia ante situaciones adversas (desastres naturales, pandemias, etc) y promover los Derechos Humanos a nivel transversal. 

¿Por qué los derechos humanos son valores relevantes y un marco útil para guiar la acción local? 

Nuestra ciudad es un paisaje cruzado por múltiples desigualdades, como muchas capitales del mundo, donde se expresan diversas dinámicas de exclusión: racismo, xenofobia, capacitismo, machismo, homo-lesbo-transodio, etc. Todas ellas además son atravesadas por el modelo, donde las relaciones de género se han organizado jerárquicamente, dando la supremacía a lo masculino por sobre lo femenino y también, sobre otras identidades fuera de los binarismos. Diversos análisis desde los feminismos y paradigmas interseccionales subrayan la relevancia de los distintos espacios de poder, en este caso el gobierno local, para revertir, invisibilizar o reproducir estos modelos de exclusión por medio de políticas públicas, las que lejos de ser neutrales, responden a una particular interpretación de la realidad, pudiendo reforzar las distintas desigualdades, o al contrario, reducir y reparar las brechas de oportunidades existentes. 

Para contrarrestar todo lo anterior, desde el municipio generamos iniciativas de formación, autocuidado y contención comunitaria, a fin de contribuir a disminuir la precarización de la vida de las personas, en particular mujeres y otros grupos históricamente excluidos, quienes asumen roles de trabajo no remunerado, poseen empleos precarios y se encuentran constantemente con trabas para el ejercicio pleno de sus derechos y bienestar. Trabajamos potenciando su liderazgo, participación cívica, bienestar emocional y la formación en oficios que pueden aportarles en el sustento de sus vidas, buscando derribar las lógicas asistencialistas y concentrándose en una formación que propenda a incentivar la co-gestión en el cual quienes participen de esta iniciativa también sean capaces de replicarla en sus propios espacios. 

Como parte de este proyecto transformador, se crea en nuestra comuna la Subdirección de Igualdad de Género, Diversidad Sexual e Inclusión, para impulsar y realizar ajustes a los programas y políticas municipales para la incorporación transversal de la perspectiva de género, la diversidad y los Derechos Humanos, bajo los principios de inclusión y no discriminación, a fin de convertir al municipio en un agente de cambio activo para disminuir el machismo y la discriminación. Este equipo cuenta con un personal altamente calificado para el desarrollo de esta labor, viniendo la mayoría desde los activismos sociales en estas mismas áreas, enriqueciendo el conocimiento territorial y la realidad de cómo se pueden abordar estas temáticas.