Es responsabilidad de toda política e institución política posicionarse claramente sobre su visión de la sociedad, y la cuestión de los derechos humanos es central. La posición del Departamento de Aude es contribuir a la creación de las condiciones para una comunidad humana pacífica, tolerante e intercultural, que reconozca la alteridad y la diversidad intercultural como fuente de riqueza. Este es un tema de actualidad. El Departamento, a través de una vicepresidencia específica (democracia, juventud, acción internacional), está comprometido con los derechos humanos y lleva a cabo acciones que contribuyen a combatir la discriminación y el racismo, en particular la violencia contra las mujeres, a deconstruir estereotipos, a establecer la igualdad de género y a facilitar la inclusión de todos los ciudadanos, etc. Actuar localmente, en relación directa con la ciudadanía, teniendo en cuenta la realidad de cada territorio y adaptando las intervenciones a los contextos: tal es el valor añadido de la acción territorial. En particular, actuamos con y para la juventud, a la hora de desarrollar el pensamiento crítico y la libre voluntad, para iluminar las conciencias y proporcionar los elementos de una ciudadanía comprometida.
La ambición es contribuir a la construcción de una comunidad humana de vida cotidiana pacífica, tolerante y abierta. Se trata de contrarrestar las posturas que incitan miedos, alimentan el odio, los enfrentamientos, la violencia y mantienen la sensación de inseguridad, además de combatir la ignorancia.
El respeto y la promoción de los derechos humanos son la base y el marco que guía nuestro proyecto institucional. Al hacer referencia a los ODS, en particular a los específicamente relacionados con los derechos humanos (10, 5, 4, 16 y 17), el Departamento de Aude busca traducirlos en acciones locales. Este enfoque nos permite tener en cuenta las especificidades locales al diseñar acciones, a la vez que nos posicionamos en la búsqueda internacional del progreso general en materia de derechos humanos.
Trabajos de memoria, Tándems Solidarios, convocatorias de proyectos sobre los valores de la República y la laicidad, movilización contra la violencia hacia las mujeres y la violencia doméstica, acciones de sensibilización sobre los estereotipos de género, cultura, origen, intervenciones artísticas y educación popular, apoyo a iniciativas ciudadanas… tantas maneras de actuar.
Los gobiernos locales deben asumir su rol político y ocupar su lugar. Con demasiada frecuencia, la energía se centra en la gestión de servicios, desarrollo y trámites administrativos. Abordar la cuestión de los derechos humanos es una forma de pensar la acción pública. Para cualquier decisión, sea cual sea, se trata de medir su idoneidad y su contribución al avance de los derechos humanos. Este es un indicador importante.
Así, la acción local puede trascender los problemas internacionales, superar las divisiones y llevar a una comunidad local a establecer una forma de convivencia que respete los derechos humanos.
Así pues, lo universal nutre la diversidad y la diversidad hace lo universal.
La acción política a través del enfoque de derechos humanos permite iniciar procesos de cambio, medir las transformaciones sociales, incidir en la construcción de un mundo en paz donde el bienestar y el respeto a los seres humanos estén en el centro de las decisiones.
De lo global a lo local, de lo local a lo global, esta articulación es esencial para alinear los principios y valores del respeto a los derechos humanos. La complejidad implica considerar la acción local. La diversidad y multiplicidad de acciones dificultan la visibilidad y la medición del impacto. Pero al unirse en red, al sumar iniciativas, el impacto visible adquiere una mayor dimensión. Convertirse en actor de un colectivo permite el intercambio de experiencias y prácticas, así como la consideración de los intercambios y la movilidad.
La internacionalización de los territorios, a través de los derechos humanos, es un proceso de progreso y emancipación.
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Acciones en las escuelas: Tandems Solidaires: conectar a los estudiantes con actores de la solidaridad internacional para contribuir a la deconstrucción de estereotipos e ideologías de dominación y jerarquía entre los humanos. / valores de la república / laicismo.
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Consejo Departamental de la Juventud y poder de acción juvenil.
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Acciones contra la violencia doméstica y conyugal y la violencia racista y LGBT.
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Proyectos de cooperación descentralizada en torno al empoderamiento de los jóvenes y el fortalecimiento de la cohesión social.