




En Filipinas, los sectores del bienestar social y la salud se han transferido por completo a los gobiernos locales desde 1992. En 1999, el municipio de Concepción (Iloílo) adoptó el compromiso político de erradicar por completo la pobreza para el año 2020 y creó, parar ello, programas multisectoriales y planes de acción en los que los temas transversales eran población, salud y medio ambiente. Sin embargo, el primer paso en esa dirección fue renovar la maquinaria de gobierno desde dentro, reforzando el compromiso de su personal ejecutivo de ser más receptivo a las necesidades de los habitantes locales.
Beneficiarios:
En conjunto, los beneficiarios del programa abarcan alrededor del 60% de la población total de la ciudad de Concepción.
Resultados:
Como resultado de estos programas se ha reducido la pobreza a la mitad, pasando de afectar a un 87% de la población en el año 2000 a un 47% en 2004. Las iniciativas buscaban poner freno a los dramáticos problemas de salud, así como a la degradación medioambiental. Como resultado de ellas:
Retos y riesgos:
Los principales retos y riesgos de este caso son la alta dependencia de los presupuestos municipales respecto a sus recursos propios; la reciente crisis fiscal del gobierno nacional, que afecta a las iniciativas locales de desarrollo económico; la débil capacidad técnica para implementar y sostener este tipo de políticas; el bajo apoyo a los planes y las políticas del gobierno local en materia de reducción de la pobreza; el bajo seguimiento y evaluación de los programas y los proyectos relacionados con la reducción de la pobreza; y, finalmente, los cambios de gobierno pueden afectar a la sostenibilidad del programa.